Pero, si bien todos tienen sus riesgos, no es lo mismo trabajar en un vehículo estándar como puede ser un taxi o un remis, que en un camión, ómnibus de gran porte, o máquinas viales ya que los esfuerzos que se realizan en estos últimos son diferentes.
No quiero referirme a los riesgos de accidentes que son por todos conocidos, sino a los riesgos a la propia salud de estos trabajadores, que al ser un trabajo habitual y a la vista de todos, algunos los dejan pasar por alto a veces, con las consecuencias indeseadas para su propia salud, como veremos a continuación.

La tarea del taxista o de cualquier otro conductor tiene una serie de condicionantes especiales que debe de superar como son la conducción en su vehículo en permanente estado de atención y concentración como consecuencia de la tensión y el estrés a que se ve sometido por el tránsito vehicular. Es un trabajo en solitario, lo que determina en muchas ocasiones, efectos psicológicos indeseados, trastornos psicosomáticos y sociales que también agravan su estrés.
El taxista está casi todo el tiempo en forma sedente, pero expuesto a constantes ruidos, vibraciones y malas posiciones. Los ruidos pueden producir a la larga alteraciones de su aparato auditivo y las vibraciones pueden afectar su columna vertebral. Las malas posiciones pueden producir alteraciones en la curvatura y, por tanto, un cambio de presiones en los discos intervertebrales, que se pueden traducir en dolor e impotencia funcional o hernias de disco.
Por otro lado, este puesto de trabajo se realiza en un espacio reducido que a veces no reúne las condiciones para realizar el trabajo con cierto confort, y además en el interior del vehículo hay continuos cambios de temperatura por la entrada y salida de pasajeros.
En definitiva, el lugar y el puesto de trabajo, son generadores de patologías y enfermedades profesionales diversas, que es necesario tener en cuenta, a la hora de valorar la salud de estos trabajadores.

Pueden ocurrir también trastornos abdominales, y digestivos, por falta de reposo adecuado, exceso de peso por poco gasto energético por la escasa actividad física y por la ingesta en demasía para mantenerse despierto cuando se maneja de noche. Las lumbalgias por la carga y descarga son también importantes.
Cabe destacar, que además, es un sector muy poco sensibilizado en la cultura preventiva y a veces escaso de recursos para hacer frente a los riesgos a que se ve sometido en forma permanente en su tarea diaria.
Por eso es importante indagar y estudiar esta temática a los fines de que sea conocida por los propios trabajadores y la sociedad en general a fin de mejorar la salud de este importante sector, ayudando a realizar la identificación de los riesgos de su puesto de trabajo y facilitarles las herramientas para la autoevaluación y planificación preventiva. De esa manera los conductores podrán cambiar los posibles hábitos incorrectos y actuaciones peligrosas que pueden sucederse, concienciándoles sobre las medidas preventivas a adoptar.
Problemas de Salud
Los principales problemas de salud de los taxistas, vienen determinados por las peculiaridades de las condiciones de trabajo de estos trabajadores, que se pueden resumir:
La mayoría de los taxistas realizan jornadas que van desde las 12 horas a las 14 diarias, llegando incluso algunos a realizar 16 horas de trabajo al día. Estas largas jornadas condicionan la manera de organizarse su vida familiar y social. Además de los posibles accidentes por cansancio que pueden producir.
Gran parte de los conductores, dedica su tiempo de descanso al mantenimiento del vehículo, vale decir entonces que no descansa como corresponde. Además, cabe destacar, que estos periodos de descanso normalmente, no son elegidos en función de la necesidad del cuerpo, sino cuando el servicio lo permite o está establecido por alguna normativa.
Por regla general, los taxistas tienen dificultad para llevar a cabo un régimen de comida adecuado y el tiempo que dedican a ello es insuficiente, y muchos de ellos incluso comen en lugares improvisados dependientes del último servicio que han prestado, lo que en definitiva está condicionado por el tipo de horario de trabajo. La mayoría de las veces comen alimentos grasos y poco aconsejables denominados habitualmente “comida chatarra”.
Las principales lesiones que puede padecer un taxista son las lumbalgias y discopatías, por giros y flexiones de la columna por la postura sedente en que se realiza su trabajo. Las articulaciones y piernas pueden sufrir por la misma razón, giro, torsiones, extensiones de forma repetitiva durante demasiadas horas. Igualmente pueden sufrir contracturas musculares que son producidas por la combinación del ejercicio repetitivo y los cambios bruscos de temperatura. El problema de estas lesiones es que presentan muchas recaídas, acentuándose con la edad.
Los taxistas suelen tener problemas prostáticos, ello se le atribuye a la posición sedente de su trabajo y la presión constante de la glándula prostática, que se va agravando con la edad.
La hipoacusia, es una de las secuelas del ruido al que están expuestos, ya que provienen tanto de la ciudad como del propio vehículo. Las otitis también son frecuentes por el uso inadecuado de las ventanillas.
Los problemas de visión tienen su origen en la fatiga visual, ya sea por deslumbramientos, o por el esfuerzo contínuo para una conducción segura. El resultado final es la disminución de visión.
La fatiga se define como la disminución de la capacidad para el trabajo causada por un esfuerzo previo. Disminuye el estado de vigilia de los sentidos, constituyéndose en un gran obstáculo para la actividad de conducir. La reversibilidad de la fatiga depende de los períodos de descanso. Mejora durmiendo o descansando únicamente, aunque bien es cierto que la escasez de tiempo de descanso o las modificaciones periódicas de los horarios de trabajo dificultan la eliminación de la fatiga por lo que ésta evoluciona hacia fatiga crónica, con todo su componente sintomático: sensación de malestar, preferentemente por las mañanas, al inicio del trabajo, con trastornos del carácter, y tendencias depresivas.
Dado los antecedentes analizados anteriormente, fatiga, estrés, se puede predecir una cierta probabilidad de producción de infartos.
El fallo humano suele ser la explicación de por qué ocurre la casi totalidad de los accidentes. Se ha demostrado mediante estudios detallados, que el fallo humano incluye factores como la fatiga, sobrecarga, problemas de vigilancia y atención, y los efectos del medio ambiente, entre otros factores.
Debemos tener en cuenta que es una tarea que lleva una gran carga mental, traducida por la suma de tensiones inducidas en una persona por las exigencias del trabajo que realiza. Hay un intenso procesamiento de información del entorno a partir de los conocimientos previos, actividad de rememoración, de razonamiento y búsqueda de soluciones. Está siempre sometido por el ritmo de trabajo, el nivel de atención, la fatiga visual, auditiva y mental, lo que le provoca un aumento de su estrés. Algo que es mayor cuando se realiza el trabajo en horario nocturno. Esta carga psíquica también está dada por la constante atención al público, al tráfico, y la falta de relaciones personales y sociales por este tipo de trabajo en solitario, aumentado por la necesidad de retribución mínima diaria.
Hay condicionantes externos e internos que influyen en este tipo de riesgos tales como la temperatura en que se trabaja. Las corrientes de aire molestas, las humedades extremas, los olores desagradables, la irradiación solar a través de las ventanillas, humos molestos, polución ambiental, etc. Y sobre todo el ruido y las vibraciones a veces producidas por el mismo vehículo o a veces por defectos en la carretera, o diseño defectuoso del asiento del conductor, que no suele estar preparado para absorber las vibraciones.
Además de los riesgos nombrados anteriormente, los conductores de grandes vehículos, como ómnibus, camiones, trolebuses, grúas, etc. se encuentran afectados por las vibraciones de cuerpo entero, que pueden producir cefaleas, mareos, nauseas. Y también espondiloartrosis de columna lumbar, (artrosis de las vértebras), que están comtempladas en el Listado de Enfermedades Profesionales de la Ley 24557.
Por Dr. Hugo Francisco Rostagno
director@empresalud.com.ar
Buenas tardes padezco una izquemia severa de miocardio y quiero saber si es factible que se haya producido por la tarea que desempeñó desde hace 8 años ya que cuando entre a la empresa de seguridad en la cual trabajó de chofer custodia no tenía ningún problema de salud .
Desde ya agradezco si me puede asesorar desde ya muchas gracias
Estimado Eduardo:
Esta patología, por lo general es producida por el colesterol que se va acumulando en las arterias coronarias. Con respecto al trabajo, es una enfermedad inculpable, que no tiene relación con el trabajo.
Hola, que tal? Soy taxista y me operaron de la próstata hace 2 meses. Puede ser un enfermedad de trabajo? hubo casos en la justicia de este problema? Gracias
Estimado Sebastian: El tema de la próstata no tiene nada que ver con tu trabajo de taxista. Es lo que se llama Enfermedad Inculpable. El trabajo no tiene la “culpa” de esta patología
Quisiera saber si el conducir muchas horas un taxi puede provocarme problemas de ansiedad e insomnio, ya que estoy pasando por esos problemas y llevo 6 años como taxista?
Estimado Andy: Por supuesto que puede agravar los síntomas que tienes de estrés, ansiedad e insomnio. Recuerda que el día tiene 24 hs. y los estudios determinan que se debe dormir 8, trabajar 8 y descansar 8.
Si estás trabajando mas horas, le estas quitando horas al sueño y al descanso. Y el cuerpo responde como te está pasando a vos… Pensalo y descansá mas…
Soy taxista y actualmente estoy de baja por dos hernias discales y un pinzamiento cervical. Podría considerarse enfermedad laboral
Si es enfermedad profesional, precisamente en los conductores, porque están expuestos a la vibraciones de cuerpo entero.