De acuerdo a datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), la falta de uso o uso incorrecto de elementos de seguridad en un vehículo alcanza a 7 de cada 10 menores. Por si esos números no fueran alarmantes por si solos, un nuevo estudio realizado en la región por la Global NCAP, aportó otra estadística escalofriante: la mayoría de las butacas comercializadas en Latinoamérica comprometen “la seguridad de los niños”. Cuatro de esas marcas se venden en nuestro país y dos de ellas fueron clasificadas con la nota más baja del test.
De los 14 testeos realizados en un laboratorio alemán, siete recibieron sólo una estrella como calificación siendo 5 el máximo. Otras cuatro sillas consiguieron 2, mientras que el resto logró 3. Todos estos resultados son públicos y se pueden ver en la página de Programa de Evaluación de Sistemas de retenciones Infantiles (www.pesri.org), con un detalle de cómo respondieron ante distintos tipos de impacto.
Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP estuvo presente en los tests y habló con Clarín. “El requisito principal para hacer las pruebas es que al menos cada silla tenga aprobada una norma internacional”, explicó en el inicio. Y agregó: “Esta es una muestra para los consumidores para que vean cuáles son las mejores y las no tan buenos. Aquí se evalúa cómo se instala, qué tan claras son las indicaciones para que el aparato sea bien instalado y las muestras de impacto”.
Una de las marcas que se comercializan en nuestro país, por ejemplo, y fue calificada con 3 estrellas tuvo el siguiente nivel de desempeño en cada uno de los tests: impacto frontal 30%, impacto lateral 54% y seguridad total de impactos: 42%. Mientras que otros de una sola estrella tuvieron estos resultados, respectivamente: 0%, 40% y 0% y el restante 16%, 28% y 16%.
“Lo ideal es que tengan entre 4 y 5 estrellas”, le comentó a este diario Pablo Azorín, jefe de seguridad Vial de FIA Región IV cuando fue consultado sobre el nivel que deben tener para que un bebé/niño/adolescente esté seguro. Ninguna lo logró. Luego agregó: “Todos los modelos testeados están homologados. Se los llevó al límite, se hicieron las pruebas a 50 km/h con impactos frontales y laterales. Y los resultados son preocupantes”, dijo Azorín. La entidad que integra llegó a la conclusión principal de que “los resultados generales se asemejan a los de los años anteriores y confirman que la mayoría de las butacas multigrupo comercializadas en Latinoamérica comprometen la seguridad de los niños. Ninguno de los productos probados este año supera a los productos que obtuvieron buenos puntajes en años anteriores”.
A partir del 1° de enero es obligatorio que todos los automóviles 0km cuenten con los anclajes isofix o latch para butacas infantiles, ya que de esa manera se sujetarán con ganchos que las unirán a la estructura del coche mediante un encastre, similar a la hebilla de los cinturones de seguridad, para luego ser inmovilizada por el cinturón de seguridad del vehículo.
Desde CESVI Argentina, en tanto, alertaron a los compradores de los elementos de seguridad para los niños: “Al no existir una exigencia de homologación, hacen de Argentina el lugar ideal para la comercialización de estas sillitas que no son aceptadas por otros países”. Y aconsejaron elegir “sólo modelos de butacas que hayan sido testeados y certificados en Europa o en los EE.UU”.
Fuente: clarin.com