Viajé por todo el mundo buscando la felicidad. Cuando regresé, la encontré en mi hogar”
MARK TWAIN
Escritor estadounidense, cuyo verdadero nombre fue Samuel Langhorne Clemens, nació en Florida, EE UU, en 1835.
Aventurero incansable, encontró en su propia vida la inspiración para sus obras literarias. A los doce años quedó huérfano de padre, abandonó los estudios y entró como aprendiz de tipógrafo en una editorial, a la vez que comenzó a escribir sus primeros artículos periodísticos en redacciones de Filadelfia y Saint Louis.
Con dieciocho años, decidió abandonar su hogar e iniciar sus viajes en busca de aventuras y, sobre todo, de fortuna.
Sin embargo, su talento literario se desplegó plenamente con “Las aventuras de Huckleberry Finn” (1882), obra ambientada también a orillas del Mississipi, aunque no tan autobiográfica como “Tom Sawyer”, y que es, sin duda, su obra maestra, e incluso una de las más destacadas de la literatura estadounidense, por la que ha sido considerado el Dickens norteamericano.
Con un estilo popular, lleno de humor, Mark Twain contrapone en estas obras el mundo idealizado de la infancia, inocente y a la vez pícaro, con una concepción desencantada del hombre adulto, el hombre de la era industrial, de la “edad dorada” que siguió a la guerra civil, engañado por la moralidad y la civilización.