La vertiginosidad actual envuelve a los niños en una atmósfera que no pueden sobrellevar; así lo demuestran recientes informes que revelan que las cefaleas agudas recurrentes de tipo tensional, resultante del estrés al que están sometidos los niños, se han triplicado en un década y ahora representan el 50% de las consultas por dolores de cabeza pediátricos.
Los niños que padecen cefaleas por tensión, experimentan un dolor sostenido y moderado sobre los ojos y la nuca o fuertes sensación de presión sobre dichas zonas, pueden acompañarlos depresión, cambios de estado de ánimo o irritabilidad.
De cualquier modo el apoyo del núcleo familiar es imprescindible para la recuperación del pequeño quien necesitara de su ayuda para el proceso de adaptación. Recomendándose mayor tiempo de juego al aire libre y menos horas de televisión.