Vemos el trabajo de los sindicatos para promover el trabajo decente para las personas con discapacidad en más de 50 países. La información que hemos recopilado es importante por al menos tres razones.
En primer lugar, las personas con discapacidad representan el 10 por ciento de la población en todo el mundo. Esta estimación no considera la desventaja creada por las crisis y las guerras sociales y económicas. La mayoría de las personas con discapacidad enfrenta más discriminación y más barreras cuando se trata de acceder al trabajo decente. Con respecto a la implementación del Convenio 87 de la OIT sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, observamos que solo unos pocos trabajadores con discapacidad están sindicalizados y, por lo tanto, pueden expresar sus inquietudes colectivamente.
En segundo lugar, los trabajadores del sector de atención que brindan servicios a personas con discapacidad a menudo trabajan bajo formas inaceptables de trabajo y tampoco están sindicalizados.
En tercer lugar, los sindicatos deben abordar de manera más efectiva y sostenible los obstáculos que enfrentan los trabajadores con discapacidad en lo que respecta a la implementación del trabajo decente.
INFORMACIÓN ACTRAV: ¿Cuáles son las principales lecciones que surgen de este informe?
Hay bastantes, pero la más importante es que la acción sindical para eliminar las barreras y la discriminación permite que las personas con discapacidad trabajen tan productivamente como otros trabajadores. Los sindicatos desempeñan un papel clave en la formulación y aplicación de políticas de discapacidad inclusivas y en el fortalecimiento de las instituciones laborales, en particular las que contribuyen a la creación de capacidad inclusiva.
ACTRAV INFO: ¿Qué papel pueden jugar los sindicatos con respecto a los desafíos de discapacidad a nivel empresarial, nacional y global?
En su discurso de apertura a la 105.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2016, Guy Ryder, Director General de la OIT, dijo: “La creciente desigualdad, la marginación y la división no son fenómenos del mundo del trabajo sino las consecuencias de lo que hacemos, cómo nos comportamos y qué nosotros decidimos “ . Los sindicatos que luchan por terminar con la desigualdad no pueden permitirse dejar atrás a las personas con discapacidad, ya que son actores clave en la transformación de nuestro mundo.
El principio “Nada para nosotros sin nosotros” es el punto de partida cuando se trata de organizar a los trabajadores y negociar colectivamente para promover sociedades más inclusivas y resilientes. Esa es también la razón por la cual el logro del trabajo decente para las personas con discapacidad también se encuentra en el centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, tal como se expresa en el objetivo 8.5: “Para 2030, todos esperamos un empleo pleno y productivo y un trabajo decente para todas las mujeres y hombres, incluidos los que tienen discapacidades, y un salario igual por un trabajo de igual valor” .
Fuente: ilo.org
