19 de abril de 2024

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Los EPI que también te protegerán en casa

Cuando los que trabajamos en este sector le explicamos a nuestra familia y amigos qué es un EPI, las respuestas van desde: ¿qué decías que es un EPI? hasta el típico y nada ingenioso: “¡anda, como Epi y Blas!…” Tras una explicación más detallada, la segunda respuesta suele ser: “¡ah!, sí, como los cascos y los arneses que llevan los obreros, ahora sí que te he entendido”.

En nuestro afán constante de explicar a todo el mundo qué es un EPI y para qué sirve, hoy queremos llevar, una vez más, los Equipos de Protección Individual a nuestro entorno más cotidiano.Así, y siguiendo con la entrada en la que ‘desvelábamos’ el misterio que se esconde tras las gafas de sol, hoy queremos hablar de los EPI que usamos, o que deberíamos usar en nuestro entorno doméstico.

Y es que pese a que el hogar debería ser ese lugar seguro y tranquilo donde refugiarnos del mundo exterior, las estadísticas revelan que aproximadamente el 80% de todos los accidentes se producen en nuestro ámbito privado. Según fuentes del antiguo Instituto Nacional de Consumo, estos accidentes se reparten principalmente entre el ámbito doméstico (32,6%) y las actividades de juego y al aire libre (19,3%).

La cocina, el lugar de la casa con más accidentes

Dentro del primer “campo de batalla”, los accidentes tienen mayor incidencia en la preparación de comidas, donde las quemaduras ocupan un papel destacado. Y es que el comportamiento del ser humano es cuando menos paradójico, ya que somos capaces de ponernos delante de los fogones imbuidos del espíritu del ganador del concurso de chefs de marras (libro de cocina de moda, delantal de diseño, batería de cocina de calidad profesional, etc.) y luego sacamos la bandeja del horno tirando del bajo de la camiseta o del delantal. En fin, de algún modo tenía que explicarse ese 14,2% del total de accidentes que tienen lugar durante la preparación de la comida. Las buenas noticias vienen con el nuevo Reglamento (UE) 2016/425, que considera los guantes para horno que utilizamos en el ámbito privado como EPI. Con lo cual, a partir del 21 de abril de 2018 ya podremos empezar a encontrar en el mercado guantes para horno con el correspondiente marcado CE, folleto informativo, y todas las garantías de seguridad que se derivan del cumplimiento con los requisitos esenciales de la legislación europea.

Trabajos de jardinería y bricolaje, otras situaciones de riesgo

El trabajo en el jardín doméstico y las actividades de bricolaje casero también sacan al bricomaníaco/a que todos llevamos dentro. Estas actividades tampoco están exentas de riesgo, y pese a que podemos tener la percepción de menor riesgo al tratarse de operaciones puntuales y de corta duración, los cortes, abrasiones, inhalaciones de diversos tipos de sustancias, etc., están tan presentes en esas actividades como en el ámbito profesional. Por lo tanto, deberemos asegurarnos de que los EPI que utilicemos, y que en muchas ocasiones adquiriremos en la misma tienda donde compramos los tornillos, los tablones, la taladradora y el destornillador, vayan marcados con el correspondiente marcado CE y se entreguen con el folleto informativo que,no, no es un capricho, sino que lo exige la Ley.

El ocio también causa de frecuentes accidentes

Por último, la cruel y fría estadística a la que hacíamos referencia antes, nos apunta con su dedo acusador haciéndonos ver que en nuestras actividades deportivas de ocio estamos haciendo algo mal. Los EPI que usamos en nuestras actividades deportivas: cascos, gafas, ayudas para la flotación y natación varias, guantes, rodilleras, espinilleras y otros muchos protectores de todo tipo, deben tener los mismos niveles de exigencia en materia de seguridad que el EPI más avanzado, y ¡sí!, debemos hacerlo aunque sólo vayamos a usarlos durante un ratito los domingos por la mañana, ya que nos va la salud (o la vida en ello).

¿En qué debemos fijarnos?

Los EPI de los que hemos tratado en esta entrada deben cumplir todos y sin excepción con los requisitos de salud y seguridad del RD 1407/1992 (trasposición al Derecho español de la Directiva europea 89/686/CEE), por lo que es obligatorio que lleven incorporado el marcado CE. Así pues, el primer paso es asegurarnos de que los EPI incorporen este marcado.

Las dimensiones y proporciones del marcado CE se establecen de forma clara y concisa en la normativa vigente, por lo que no debería haber problemas a la hora de reconocerlo y marcarlo. Sin embargo, hace tiempo surgió un uso indebido o fraudulento de este marcado. Son los productos que llevan el “otro marcado CE”, comúnmente denominado como China Export. En las figuras que se muestran a continuación, puede verse la diferencia entre un marcado y otro.

Además, la inmensa mayoría de los EPI tienen una norma de producto asociada (hay algunas excepciones, pero muy pocas), por lo que deberemos comprobar que la referencia de esta norma venga debidamente indicada tanto en el EPI como en el folleto informativo. Si a alguien le queda alguna duda acerca de la norma que debe cumplir un EPI en concreto, puede ampliar información en la sección de información técnica de nuestra página web.

Por último, el folleto informativo (ese gran olvidado) se considera una parte integral del EPI. Por lo que es obligatorio que sea entregado junto con el EPI independientemente del canal de comercialización mediante el cual se adquiera el EPI.

Los EPI forman parte de nuestra vida cotidiana, y juegan un papel muy importante a la hora de protegernos de los peligros que nos acechan incluso en la seguridad de nuestro hogar. El conocimiento acerca de los requisitos mínimos que debemos exigir a los elementos de seguridad que adquirimos para nuestro uso cotidiano puede sernos de gran ayuda a la hora de evitar consecuencias indeseables que pongan en peligro nuestra salud e integridad física.

Fuente: asepal.es

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