Iniciando los primeros meses del año, la cifra de enfermedades en el ámbito laboral alcanzó un total de 13.311, sumando un 0,9% con respecto al mismo periodo de 2016, de las cuales 6.453 causaron la baja del trabajador en su puesto de trabajo, un 2,7% más que en igual periodo del año anterior.
Las cifras de enfermedades profesionales declaradas en España ha ido en aumento en los últimos cinco años, llegando a crecer casi un 30% desde la entrada en vigor de la criticada reforma laboral del Partido Popular en julio de 2012, según denuncia el sindicato UGT a partir de los datos del Observatorio de Contingencias Profesionales del Ministerio de Empleo.
Este 2017 se declaró, de media, una enfermedad profesional por cada 1.200 asalariados afiliados a la Seguridad Social.
Las cifras estiman que la mayoría de enfermedades profesionales tienen su origen en agentes físicos, mientras que casi el 5% son enfermedades de la piel (4,97%) y el 4,5% se deben a agentes biológicos.
Los estudios destacaron que, aunque en valores absolutos se declaran más enfermedades profesionales en hombres que en mujeres, su índice de incidencia es mayor en ellas debido a su menor presencia en el mercado laboral.
Así, la incidencia se sitúa en mujeres en 44,6 enfermedades profesionales por cada 100.000 trabajadoras, entre tanto para los hombres es algo menor es de 40,2.
Por distintas secciones, el comercio menor es el que declara un mayor número de enfermedades profesionales, con 1.250 enfermedades hasta julio, luego continuando con la de la industria de la alimentación (907), y servicios de edificios y actividades de jardinería (899).
Por algunas ocupaciones, el mayor número de enfermedades profesionales declaradas se concentra en los grupos de personal de limpieza (1.088), operadores de instalaciones y maquinarias fijas (1.016) y obreros de industrias manufactureras (952).
El sindicato denunció que, a pesar del aumento de las enfermedades profesionales declaradas, la notificación de enfermedades complejas y crónicas, como las respiratorias, el cáncer y las producidas por agentes químicos en general, es “muy baja o casi nula” en comparación con las estimaciones que se realizan al respecto.
Fuente: segundoenfoque.com
