28 de marzo de 2024

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Cómo enfrenta la Justicia los casos de “mobbing”

“Lo que me llamó la atención es que, ante una presión abrumadora, esta persona haya actuado de modo distinto a lo que suele ocurrir en estos casos, que lamentablemente es recurrir al suicidio”, sostuvo la camarista laboral Nevy Bonetto de Rizzi como reflexión a partir del doble homicidio en la fábrica de hielo Polarcito, ocurrido el lunes pasado.

La vocal de la sala 11ª de la Cámara Única del Trabajo de Córdoba y exintegrante de la cátedra de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social (Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba) evitó pronunciarse en detalle sobre el caso, ya que podría adelantar opinión.

No obstante, señaló ese aspecto llamativo y reiteró que habitualmente las personas que sufren acoso laboral de esa naturaleza suelen deprimirse y, en casos extremos, suicidarse.

El lunes último, José Gustavo Suárez (41) mató a dos compañeros de trabajo e intentó hacerlo con un tercero, aparentemente porque estos se burlaban de él por una afección en la próstata que le habría impedido tener relaciones sexuales.

La magistrada se refirió a la generalidad de los casos de bullying laboral (como se llama en Estados Unidos) o mobbing (como se les dice en Argentina) o “psicoterror” (según los suecos).

“Es un fenómeno tan grave que las Naciones Unidas señalan que es como ‘la gota de los chinos’ (tortura efectuada con agua sobre la frente), porque son pequeñas cosas que se suceden en el tiempo”.

La camarista explica que “técnicamente se debe dar este ataque a la psicología de la persona al menos una vez por semana y durante seis meses”.

Este tipo de afecciones varían según la persona y depende de la capacidad de resiliencia del sujeto.

Bonetto de Rizzi sostuvo que el mobbing es un problema que tiene similitudes en el seno del trabajo con el estrés laboral o con el burnout (síndrome de la “cabeza quemada”), pero estos responden a algo producido por la tarea en sí misma. En cambio, el acoso laboral se genera por otra persona; hay un elemento subjetivo, ya sea por discriminación o por otras cuestiones.

En Córdoba, desde 2004, ya se han pronunciado 17 de los 33 camaristas del Trabajo en distintos fallos por acoso laboral.

El más conocido, que llegó al Tribunal Superior de Justicia y quedó firme, fue el de un trabajador que se probó que fue discriminado e incluido en una “lista amarilla” en Aguas Cordobesas con otras personas candidatas a una elección gremial. La sentencia estuvo a cargo de Bonetto de Rizzi.

El mobbing puede ser vertical u horizontal. Entre el primero, está el descendente o bossing , en el que un jefe acosa a sus dependientes. También está el ascendente, en el que algunos empleados acosan a alguien para “serrucharle el piso” y conseguir su puesto.

En el horizontal, la agresión se evidencia entre empleados. Allí suele haber omisión por parte de la empresa. También están los mobbers side , quienes ven que alguien es molestado y no hacen nada o aceptan esa agresión.

En estas situaciones, tanto jefes como compañeros tienen responsabilidad y pueden ser sancionados por la legislación por “acción o por omisión”.

En las empresas, sostiene la vocal del Trabajo, se debe abordar el tema. Si el dueño conoce de ese problema, debe tomar medidas.

Bonetto de Rizzi dice que debe prestarse atención para prevenir estas situaciones. Debe haber más controles, sobre todo desde el punto de vista psíquico: estar atentos a quien sufre y analizar mejor a quienes van a desempeñarse como jefes, para saber si son capaces de manejar personal sin caer en acoso laboral.

Fuente: lavoz.com.ar

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