25 de abril de 2024

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Cómo encarar la última etapa del año sin que el cansancio afecte la salud

A esta altura del año el cansancio comienza sentirse mucho más. Para quienes no pudieron tomarse unas minivacaciones, el estrés comienza a afectar la productividad, sumado a esto los vaivenes de la vida cotidiana con la familia, la situación económica y social, y los balances de fin de año complican la salud. Entonces, ¿cómo hacer para que la salud, física y mental, no se vea afectada? ¿Cómo llegar a fin de año?

El neuropsicólogo Mariano Vega explicó a EL LIBERAL que “cuando nuestra mente está sometida a tanta presión y estrés decimos que se ‘quema’. Claro que esto no es literal, sin embargo, los efectos se manifiestan en la conducta debido al constante cansancio en el cerebro: falta de motivación y de energía, indiferencia emocional, cansancio, e incluso, episodios depresivos”.

Recalcó que “este síndrome tiene efectos en nuestro rendimiento en el trabajo. Cuando hemos descansado, tenemos más probabilidad de tomar mejores decisiones, encontrar solución a conflictos, ser más cuidadosos y estar más motivados e involucrados en lo que hacemos. En definitiva, no tener un break (descanso) al año deriva en menor productividad”.

Por el estrés laboral y familiar crecen también las consultas por otros trastornos mentales. Es por eso que los especialistas recomiendan prevenir estos cuadros de angustia, originados por el agotamiento.

“La mente y el cuerpo están muy ligados uno al otro, por lo que el cansancio psicológico compromete lo orgánico, y con ello, a la salud física. Físicamente, no podemos trabajar por periodos prolongados. La adrenalina, neurotransmisor liberado por el sistema nervioso que nos impulsa a hacer cosas y nos da energía, tiene una duración limitada, por lo que antes de que logremos atravesar otro año de trabajo, nuestro organismo ya no funcionará bien. Esto causará irritabilidad, ansiedad, depresión, insomnio y dolores de cabeza”, señaló el Lic. Vega.

Asimismo, rescató que “el estrés es una respuesta natural de nuestro cuerpo a las situaciones que requieren que actuemos de forma efectiva, y puede ser muy útil para nuestra vida en niveles apropiados. Produce una hormona llamada cortisol, la que nos permite – por ejemplo – respirar más rápido en situaciones complejas para oxigenarnos, o acelerar nuestros latidos cardíacos para no sufrir isquemias (falta de sangre) en nuestros órganos”.

“Cuando estamos sometidos por tiempos muy prolongados al cortisol, el estrés que lo produjo inicialmente, pasa a convertirse en ‘estrés traumático’, lo que puede generar complicaciones en la salud y el bienestar de nuestro cuerpo, principalmente en nuestro corazón”, añadió Vega.

Fuente: elliberal.com.ar

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